Con el Gobierno del economista prof. Draghi, Italia ha entrado definitivamente en la fase de cesión completa de la soberanía popular y nacional, continuando la larga fase de control comisarial por parte de los poderes fuertes de la Unión Europea en interés de la burguesía transnacional, como alma palpitante del polo imperialista europeo.
Esto sucede en nombre de la prevalencia de la ciencia económica entendida como la ciencia del modo de producción capitalista orientada a la ganancia y al desarrollo compatible sólo con las necesidades de hacer negocios en el mercado de capitales sin dar ninguna respuesta positiva a los problemas acuciantes del desarrollo cualitativo que pueda resolver las necesidades de los trabajadores, los explotados, los desempleados, los migrantes.
Pero si el conjunto de fuerzas políticas parlamentarias que son todas internas al gobierno de Draghi, creando de hecho un arco de fuerzas anticonstitucional ya que no respetan los dictados de la Constitución italiana, se presentan como fuerzas de la esperanza y de la recuperación económica, debemos preguntarnos cómo van a lograr la aplicación de una ciencia económica y social del pensamiento único: es decir, un poder absoluto de “masacre social”.
El desarrollo de instrumentos y metodologías, cuantitativas y cualitativas, ha sido uno de los puntos fuertes de la ciencia económica; y desde su creación en el siglo xix.
Una de las direcciones de los debates historicos fue rechazar o aceptar la neutralidad de la evaluación de los instrumentos convencionales de la macro y microeconomía y otras áreas de la ciencia económica; además, se discutió si estos instrumentos podrían ser la única forma objetiva de lograr resultados verdaderamente científicos en la investigación económica.
Las ciencias económicas son un fenómeno relativamente reciente, al menos en comparación con otras disciplinas científicas, pero han logrado consolidarse como el principal instrumento de medición de la realidad social y como un medio fundamental para controlar y gestionar la propia sociedad.
La pretensión científica de esta disciplina, en sentido amplio como política económica internacional, es, de manera estricta e indiscutible, una cuestión política, la implantación de una visión ideológica. Hoy, más que nunca, podemos ver esto: el fracaso del modelo dominante neoliberal y capitalista, en general, está ante los ojos de todos, destacando su seriedad. Un modelo económico-cultural que debería haber garantizado una prosperidad generalizada y una mejora de las condiciones de vida ha generado todo lo contrario, una crisis global, una crisis de civilización.
Como ya hemos tenido ocasión de subrayar en diversas obras, el ciclo económico en el que nos encontramos comenzó hace más de cuarenta años, cuando la crisis de sobreproducción dio lugar a una gran y aún no resuelta crisis de acumulación capitalista. Hasta el día de hoy, solo gracias al análisis de Marx se puede entender y evaluar críticamente el funcionamiento y las contradicciones del sistema capitalista y, por lo tanto, de su modo de producción.
Está claro que la economía política marxista (o más bien la crítica de la economía política) es ciencia e ideología crítica al mismo tiempo. La crítica no puede tener como objeto la transformación de la ciencia en un poder absoluto; para Marx, la crítica al pensamiento que la precedió llevó a un pensamiento de síntesis.
Desde este punto de vista, tales necesidades no tienen ningún juicio de valor subjetivo, ya que son las condiciones subjetivas a partir de las cuales se derivan los juicios de valor, la ideología y las doctrinas políticas.
Ha habido muchos intentos de separar los elementos puramente objetivos de la economía de aquellos que implican un juicio de valor. Estamos de acuerdo en que, para los fines de la teoría y el análisis, ambos aspectos están inextricablemente unidos. Como se mencionó anteriormente, una de las características de la ciencia de la modernidad es la creación de representaciones idealizadas de la realidad que pueden conducir a conceptos no empíricos, es decir, no alcanzable en la realidad.
El hecho de que el criterio de la investigación del modelo asuma un juicio de valor en los estudios económicos no significa que el proceso de investigación y sus resultados no sean científicos, pero el uso de la economia pura no debe ser fuera de la solucion inmediata y total de los intereses de los trabajadores, desempleados, migrantes y todos los explotados. La esencia de los estudios de Economía Política consiste en comprender lo que hay detrás de estos modelos económicos, revelando las verdaderas relaciones sociales de producción.
Para finalizar, es importante recalcar que nosotros, del área de la oposicion real y conflictual al Gobierno Draghi, como EUROSTOP, la Red Comunista, el CESTES, el Sindicato USB, desde hace trece años venimos proponiendo un ALBA euromediterráneo que lleve al desprendimiento de asfixia del euro, de los banqueros, de la deuda, de la especulación, para crear un espacio de los pueblos del Mediterráneo que mire al ALBA latinoamericano tanto en una perspectiva socialista transicional, como en una economía. Con la formación de su propio banco, con su propia moneda, con la solidaridad y la cooperación basadas no en ventajas comparativas y absolutas, sino en ventajas complementarias entre los distintos países. Esta idea está ahora en la agenda no solo en Italia sino también en Espana, Francia y Portugal.
Amanecer, pues, para una humanidad futura que ya no debe ser sometida al Gobierno de la economia que domina la realidad politica de los intereses de los explotados que con la fuerzas politica y sindical de clase se ponen contra al Gobierno Draghi combatiendo contra la barbarie y la opresión del imperialismo y el liberalismo.
https://www.farodiroma.it/el-gobierno-draghi-no-puede-transformar-la-ciencia-economica-social-en-un-poder-absoludo-por-luciano-vasapollo/